jueves, 10 de enero de 2019

El caso Miguel Fernández Carrasco


El caso Miguel Fernández Carrasco( Agredido por un ovni)
Sucedió una fría noche del 28 de Enero de 1976,Miguel Fernández Carrasco de Benacazón de 24 años de edad entrarían a formar parte con letras de oro en ese libro de la Historia Ufológica de España.Como tantas otras noches pues regresa a pie de estar con su novia en el vecino pueblo de Sanlúcar La Mayor, trabaja en el campo y gana lo justo para vivir sin demasiadas comodidades e ir tirando, con el miedo a los grises (la policía nacional de la época, así se la llamaba) y con la incertidumbre de ¿qué sucederá en España tras la muerte del Caudillo? ... Con estas y otras preocupaciones familiares más importantes caminaba Miguel Fernández Carrasco hacía su casa pasada la medianoche ,eran unos cinco kilómetros de un  paseo frío nocturno, cuando de repente le llama su atención una especie de estrella fugaz que recorre ante su incrédula mirada el firmamento,A penas unos segundos más tarde la escena se repite y Miguel piensa que es afortunado por presenciar la “caída” de una estrella fugaz dos veces en la misma noche y sigue con su caminar hacia casa,veinte minutos después, 
Miguel atónito observa como un extraño objeto con forma de cabina telefónica comienza a descender del oscuro cielo hasta tomar tierra. Miguel se encontraba en un camino cercano a la estación de trenes de Benacazón que en la época estaba en las afueras del pueblo. Aquel aparato estaba aterrizando apenas a unos metros de su persona -siendo más precisos en la distancia los investigadores, comandado por el ufólogo sevillano Joaquín Mateos Nogales, la cifraron en 5 metros-. Aquella cabina voladora u objeto en forma de prisma y color verdoso supera los 2 metros de ancho por 4 de alto y en la zona superior tendría ubicada una especie de cúpula giratoria que emitía rayos de color rojo y blanco, a sus lados una especie de patas que desplegaba a modo de aletas.Cuando aquel aparato tomó tierra quedando firmemente unido al suelo por un trípode “sui generis” a modo de tren de aterrizaje se abrió una puerta en forma de medio punto arco del que descendieron, a través de una rampa y entre una deslumbrante luminosidad, dos humanoides de considerables altura (2 metros) y luciendo un extraño traje ajustado al cuerpo –tal como la lycra- de tono oscuro y sin embargo brillante. Todo ello “aliñado” por un molesto y ensordecedor zumbido que desorientaba al sorprendido testigo. Aquellos “hombres” portaban un cinturón con una hebilla ancha que tenía la particularidad de tener una luz intermitente roja en su centro. Parecían dialogar entre ellos en un idioma desconocido mientras Miguel permanecía “anclado” al suelo incrédulo por lo que estaba viviendo aquella noche, cuando se pudo sobreponer a la impresión comenzó a correr por aquellos caminos como si en ello le fuera la vida...Lo seres al percatarse de la presencia y huida del testigo ascendieron por la rampa y el extraño objeto en forma de prisma despegó en persecución del propio Miguel Fernández Carrasco.Aquella persecución del aquel extraño objeto que volaba oblicuamente hacía nuestro testigo lo llenaba de terror ya que pensaba que le daría caza no pasado demasiado tiempo y la distancia hasta el pueblo se le antojaba excesiva para alcanzarlo en su carrera 
Aproximadamente 1´5 Kms.- .Y no estaba equivocado Miguel ya que justo había concluido de pensar en ello cuando comprobó que aquel objeto proyectaba sobre él un extraño haz de luz, un arma lumínica, un trueno de luz sobre su persona que lo dejó semiinconsciente en el suelo, sin aliento, sin fuerzas y sin casi vida para poder contarlo... Miguel se sintió quemado, abrasado, tostado por un “algo” incomprensible para él, fuera del alcance de su conocimiento y de su raciocinio.Casi arrastrándose y maltrecho, al filo de las dos de la madrugada sevillana llegó al dintel de la puerta de su casa en el número 81 de la calle General Franco –hoy número 21-, presa de un ataque de pánico, tintado por una extraña sustancia, tiznado y temeroso de lo que le había atacado. Sus hermanos lo atendieron como buenamente pudieron y cerraron la puerta apoyando una silla contra la misma ya que Miguel temía que aquellos humanoides en el interior de su estrella regresaran a por él... Sus hermanos, Teresa y Antonio Fernández Carrasco, no sabían que hacer ante el pánico y el estado de su hermano, no habían transcurrido más que unas horas de este incidente cuando se decidió trasladar a Miguel –por recomendación del médico local de Benacazón- al Hospital de San Lázaro en Sevilla, allí se le interna en la sala de la Milagrosa donde se le toma “declaración” de lo sucedido.
Ante la increíble historia que narraba se decide llamar al psiquiatra del centro hospitalario, el doctor Jorge Troaño, realizándole un estudio neurológico observando una gran agitación-excitación psicomotriz, gran alteración nerviosa y psicosis temporal por lo sucedido, de todo ello el periodista de ABC, Benigno González, sería cronista de excepción para la edición de ABC el día 29 de Enero de 1976. Miguel estuvo en observación, fue convenientemente atendido y limpiado tal y como recoge el diario El Correo de Andalucía del día 30 de Enero de 1976. De su ropa fue extraída aquella extraña sustancia -que los más sensacionalistas tildaron de extraña- la tiznaba y tras comprobar la mejoría en su estado el paciente de la cama 28 fue dado de alta.Una noticia como esta y a tenor de lo testimoniado por la víctima tuvo que ser denunciado al Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla en el Prado de San Sebastián, a donde el doctor Monsalve Cano, médico de guardia la noche de autos remitió el expediente con lo sucedido y relatado por Miguel Fernández Carrasco donde muy grosso modo decía aquel informe que el testigo decía: haber sido agredido por dos extraterrestres. 
Atendiendo a la Ley de Enjuiciamiento Criminal, artículo 789 en 1976 el juez de Instrucción, Sr. Bouza Gil, ordenó la incoación de diligencias y citación de la víctima y médico de guardia. Ante la imposibilidad de imputar el delito a ningún agresor conocido el juez ordenó el sobreseimiento y archivo de las diligencias, hecho que también fue publicado por el diario ABC de Sevilla el 12 de Febrero de 1976. Fue la primera vez en la historia de la Ufología nacional que un Juzgado recogía y abría diligencias por agresión contra los ocupantes del esquivo fenómeno de los Objetos Voladores No Identificados... el misterio del siglo XX.En la desconexión para informativos locales de TVE el espacio “Telesur” se hacía eco de esta historia de agresiones y agredido, de misterios, de OVNIs, de humanoides y del rayo de la muerte que en esta ocasión no acabó con la vida de su víctima...
Para muchos, tan increíble historia, resultaba poco menos que imposible de pensar siquiera que todo hubiera sido urdido por la mente del propio Miguel, una persona ignorante y casi analfabeta (según los testimonios de la época) y hubiera realizado una actuación tal que hubiera engañado a los galenos de San Lázaro. Y así diferentes medios de comunicación trataron de indagar en la vida del protagonista, no encontrando nada anormal en él o en su vida salvo que aquella noche dijo haber consumido dos cervezas no infiriendo en su estado ya que los análisis arrojaron como resultante un estado de embriaguez ni se encontró nada anormal digno que reseñar.


Hasta aquí los hechos, más o menos objetivos,
 acaecidos aquella terrorífica noche.

Miguel Fernández Carrasco fue visitado por una multitud ingente de curiosos e investigadores e incluso su versión de los hechos se fue alterando tal y como se recoge en los informes de Manuel Osuna –recopilación digital de los Archivos de Manuel Osuna realizada por José Manuel García Bautista- en la que la víctima comenta: “trataron de cogerme y me dieron con un objeto quemante, desconocido para mí...”, sin duda alimentado por la información que le narraban estos de otros casos. Sea como fuere la versión no distaba mucho de la inicialmente narrada por Miguel y la leyenda ufológica se forjó en plena localidad del Aljarafe sevillano, de esa afamada y admirada –ufológicamente hablando- Cornisa del Aljarafe sevillano.
De entre toda aquella documentación me llamó la atención los análisis de aquella misteriosa sustancia extraída de la ropa y cuerpo de Miguel Fernández Carrasco, según los análisis realizados en la época por el Instituto de la Grasa se dictaminó que se trataba de aceite mineral, grasa vegetal o animal y carbón. Las manchas pálidas eran grasa, algunas se trataban de aceite mineral y las negruzcas se corresponden con carbón e incluso cisco del utilizado en las estufas caseras muy usadas en los pueblos de toda nuestra geografía nacional. Nada de especial y mucho menos de extraño o anormal.Del informe clínico destacaba la crisis nerviosa, con la que innegablemente llegó la víctima, así como el estado de tremendo “stress” psíquico con el que hoy calificariamos su estado, nada más anormal, no había síntomas en ese informe de alcohol, ni otros síntomas, sólo alguien muy atemorizado...con secuelas psíquicas y físicas tras una tremenda experiencia vivida, traumatizante y causante del “shock” en el paciente.
En el informe judicial sólo destacaba la apertura de diligencias con la declaración de la víctima y la redacción del informe del doctor Monsalve Cano que no difería demasiado de lo inicialmente expuesto .siendo lo más impactante el tener entre las manos aquel documento -que hoy por hoy es histórico para los Ufólogos- firmado por el Sr. Juez Bouza Gil. Todo un Documento.aquel hecho de la madrugada del 28 de Enero de 1976 fue todo un fenómeno social en la Sevilla y marcó el devenir de futuros casos en nuestra geografía. Por todo ello la idea que un lector imparcial se podía hacer era básicamente la misma: Miguel Fernández Carrasco había sido atacado y agredido aquella noche por un extraño objeto volador en forma de prisma en cuyo interior, como mínimo, era tripulado por dos seres y que como consecuencia de ser alcanzado por un rayo calorífico había sufrido diferentes lesiones de consideración debiendo ser atendido en una clínica sevillana a cuya consecuencia fue presentado en los juzgados de Sevilla... 














El suceso, en la edición de Andalucía de ABC de 1976 - ABC
El caso del ovni de Benacazón que llegó a los juzgados

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martes, 8 de enero de 2019

Un caso sin resolver.Manuel Bejarano Cruz


Manuel Bejarano Cruz
Después de  más de 6 años continua mendigando 
en las puertas del Juzgado de Sanlúcar la Mayor
 a la espera de que se haga justicia.
 Un caso de Justicia  a Manuel Bejarano Cruz
compartiendo la causa de un amigo en el que él mismo explica su caso
 en las notas que a continuación les comparto.
El doce de diciembre del 2012 sufrió un aplastamiento por una máquina. La empresa Casa Quemada (Abengoa) me trasladó sin asistencia medica.La mutua donde ingresé,FREMAP hospital de Mafre,me dieron el alta a los seis meses por una filtración teniendo la cintura rota.Contraté a un abogado que me engaño y no recurrió el alta dejándome con la cintura rota y en la indigencia. Inspección de trabajo y Seguridad Social me dicen que la resolución del alta es a través de la denuncia que interpuso el centro de salud.Recibo la citación para las diligencias previas, y después de siete visitas a la forense y más de tres años del accidente,todavía estoy esperando el informe. y por todo esto me voy a ver mendigando para poder sobrevivir. Esto que me están haciendo ¿ No es tercermundista? más de seis años para resolver un alta.
Por todo esto me veo pidiendo limosna para sobrevivir. Manuel Bejarano Cruz.

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